El Museo del Louvre, el más visitado del mundo, se prepara para una ambiciosa transformación que promete redefinir la experiencia cultural en la capital francesa. El presidente Emmanuel Macron anunció un plan de renovación integral que incluye la creación de una nueva sala dedicada exclusivamente a La Gioconda y la apertura de un nuevo acceso por el lado este del edificio.
La medida busca aliviar la saturación que sufre actualmente la famosa pirámide de cristal, entrada principal del museo, que en 2024 recibió más de 8,7 millones de visitantes, muy por encima de los 4 millones previstos en su última gran reforma hace cuatro décadas.
Una Mona Lisa con sala propia y entrada diferenciada
La icónica obra de Leonardo da Vinci, que hoy comparte espacio con otras pinturas en la abarrotada Sala de Estado, será trasladada a un entorno independiente que permita al público apreciarla “con mayor tranquilidad”, según palabras del presidente francés. La pieza más famosa de la historia del arte recibirá a partir de 2031 a sus visitantes con entrada separada, lo que facilitará la gestión de los cerca de 30.000 admiradores diarios que actualmente acuden a verla.
Una nueva visión del museo más emblemático de Francia
La reestructuración incluye también una expansión subterránea en el ala este del museo, con un diseño que recuerda a los espacios ya existentes bajo la pirámide central. Allí se construirá una entrada adicional desde el Cour Carrée, bajo la Columnata Perrault, lo que distribuirá mejor el flujo de visitantes y reducirá los tiempos de espera.
La directora del Louvre, Laurence des Cars, impulsó este proyecto tras alertar sobre la urgencia de renovar las infraestructuras del museo, muchas de las cuales han quedado obsoletas ante el crecimiento explosivo del turismo internacional, los retos climáticos y la transición digital.
Financiación y nuevos precios para turistas extranjeros
El ambicioso plan contará con un presupuesto estimado entre 700 y 800 millones de euros a lo largo de la próxima década. El financiamiento combinará aportes del Ministerio de Cultura, el patrocinio privado, el alquiler de espacios para eventos como desfiles de moda, y un nuevo esquema tarifario.
Entre las medidas más destacadas está el incremento del precio de entrada para los visitantes no pertenecientes a la Unión Europea, que subirá a unos 30 euros, frente a los 22 actuales. Esta subida se aplicará a partir de enero de 2026, sumándose al aumento previo del 30 % registrado en 2024 con motivo de los Juegos Olímpicos.
Un proyecto cultural y político
El presidente Macron calificó la renovación como un “renacimiento” del Louvre, con miras a 2031. El objetivo es convertirlo en un espacio más moderno, pedagógico y accesible para hasta 12 millones de visitantes anuales, consolidando así su papel como referencia global del arte y la cultura.
“Defender la cultura también es un mensaje político en estos tiempos de urgencia y polarización”, afirmó Macron, subrayando la importancia de preservar el legado artístico francés frente a los desafíos del presente.